Descarbonización y sostenibilidad aplicada a la cadena logística
En el marco de la línea estratégica de Descarbonización y sostenibilidad aplicada a la cadena logística, Logistop, mediante la visibilidad de las actuaciones, trabaja para incrementar el grado de concienciación para la lucha contra el cambio climático, y que esta concienciación no se quede en algo meramente teórico, sino que impuse a la acción y a la práctica.
Uno de los objetivos de Logistop en este ámbito es conseguir que las operaciones logísticas desplieguen actuaciones que les acerquen al objetivo final de la neutralidad en emisiones de efecto invernadero y de contaminantes, es decir, lograr el “cero neto” en logística.
En la línea estratégica de Descarbonización y sostenibilidad aplicada a la cadena logística de Logistop trabajamos para:
- Desplegar actuaciones y proyectos de hidrógeno verde y electrificación limpia.
- Fomentar la realización de actuaciones de eficiencia energética en edificios, vehículos y puertos.
- Promover la incorporación de las energías renovables en las instalaciones logísticas y sus entornos.
El hidrógeno verde como vector energético clave
En un momento en el que la descarbonización es clave para el avance en materia energética y climática, el hidrógeno de fuentes de energías renovables (“verde”) se presenta, junto con la mayor electrificación, como alternativa sostenible para que se produzca la descarbonización de la economía.
El sector logístico, y especialmente el transporte de mercancías con vehículos pesados y su manipulación interna en puertos y almacenes (“handling”), debe de ser uno de los primeros que adopte el hidrógeno renovable, ya que los vehículos eléctricos de baterías (BEV) presentan una serie de limitaciones, sobre todo para vehículos de gran volumen o tonelaje. La combinación y coexistencia de vehículos BEV y FCEV sí permitirá una descarbonización total del transporte incluyendo el “handling”. Esto representa una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo una gran oportunidad para el sector logístico.
El hidrógeno verde y el incremento de la electrificación no se limitan a los vehículos: es necesario que las infraestructuras logísticas, incluyendo puertos, se doten de infraestructuras de recarga y de repostaje. Entre ellas destacan las hidrogeneras (si la producción de hidrógeno se realiza in-situ) / hidrolineras (si se transporta desde otra ubicación) y, en los puertos, la implementación de sistemas de alimentación eléctrica verde de tierra a buques, denominados OPS (Onshore Power Supply)”, también conocidos como “Cold Ironing”.
Los puertos también se deben convertir en centros de almacenamiento y transporte de hidrógeno verde y de los derivados que presentan más futuro para el transporte a larga distancia y también como combustibles limpios para navíos, donde el uso de BEV o FCEV parece muy lejano o inviable: el amoniaco y el metanol de origen renovable.
La eficiencia energética en edificios y vehículos logísticos
Resulta evidente que la energía más ecológica y económica es la que no se consume, por lo que el ahorro y la eficiencia energética son un eficaz medio de descarbonización, con frecuencia el que se encuentra más a mano y que al tiempo supone una oportunidad de reducción de costes.
Para cubrir las crecientes necesidades energéticas del almacenamiento, transporte y distribución de mercancías con el menor uso de recursos posible se vienen desarrollando una serie de mejoras que suponen reducciones progresivas y, con el tiempo, significativas de la intensidad energética. Es decir, una inferior cantidad de energía necesaria por unidad de valor económico del país, región o, en nuestro caso, del sector logístico y de las operaciones portuarias.
La adopción de un sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAEs) que puede impulsar la eficiencia energética de cara a los objetivos de 2030, que equivalen a mejorar la intensidad energética (energía consumida / PIB) un 3,5 anual acumulativo. Este sistema de CAEs puede dinamizar la ejecución de proyectos de eficiencia energética en centros logísticos, entornos portuarios, movimiento interno y transporte de mercancías, que serían los usuarios finales o beneficiarios, a través de su colaboración con centros tecnológicos y empresas de servicios energéticos, que serían los denominados sujetos delegados.
La eficiencia energética presenta muchas características de mejora continua y se consigue con un conjunto de herramientas —no por ello menos innovadoras— que van evolucionando, sin que exista una solución universal de eficiencia energética: ni “fórmulas mágicas”, ni “balas de plata”, ni “piedras filosofales”. Se apoya en mejoras de equipamientos, de su mantenimiento y de su utilización, lo que implica también la necesaria concienciación en todos los profesionales del sector.
La incorporación de las energías renovables en las instalaciones logísticas
La generación de energía de origen no fósil presenta cada vez más posibilidades en instalaciones logísticas. Las energías renovables están muy ligadas al concepto de energía distribuida —frente a las grandes centrales de combustibles fósiles—. Por tanto, los puertos, edificios logísticos y sus alrededores pueden aprovechar fuentes de energía inagotables, autóctonas y que no arrojan compuestos de carbono ni otras emisiones a la atmósfera. A largo plazo, si las instalaciones están bien concebidas para la ubicación y el uso, también resultan más económicas.
Junto con los cambios regulatorios, permiten que los puertos y los edificios logísticos se puedan acercar, lograr o incluso superar los estándares que la Unión Europea estableció para Edificios de Consumo Casi Nulo (NZEB), convirtiéndose en emblemas de sostenibilidad. A ello se le une el consumo de energía con certificación de origen renovable, que es otra manera de contribuir a la descarbonización.
Estas tres temáticas se enmarcan plenamente dentro de la línea Clima, Energía y Movilidad del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021 2023, ya que están dentro de los ámbitos: Cambio climático y descarbonización; Movilidad sostenible; Ciudades y ecosistemas sostenibles; y Transición energética.