Sostenibilidad: Descarbonización 

La incorporación de vehículos más eficientes y menos contaminantes, así como centros de distribución que operan con menor consumo energético, están permitiendo la consecución de logros en un sector logístico en el que la descarbonización se consideraba difícil de materializar.

Tradicionalmente, el sector logístico ha sido considerado como difuso o hard to abate en temas de emisiones y atenuación del cambio climático. Sin embargo, los avances técnicos están propiciando la viabilidad de implantar soluciones eco y de cero emisiones.

En Logistop consideramos que originar y desarrollar proyectos de innovación colectiva relacionados con la descarbonización va a conseguir:

  • Acelerar la transición energética que la sociedad demanda.
  • Desmontar muchos mitos sobre lo que se consideraba inviable o poco operativo.
  • Propiciar la reducción de costes, para que las nuevas tecnologías energéticas sean aplicables en cada vez más entornos.
  • Olvidar la antigua dicotomía entre soluciones económicas y soluciones sostenibles.
  • La descarbonización puede abordarse desde muchas perspectivas interrelacionadas. Nosotros las estructuramos en tres secciones:
    • Hidrógeno verde.
    • Eficiencia energética.
    • Energías renovables.

El hidrógeno verde como vector energético clave

En un momento en el que la descarbonización es clave para el avance en materia energética y climática, el hidrógeno verde se presenta como alternativa sostenible para que se produzca la descarbonización de la economía.

La declarada urgencia de la lucha contra el cambio climático y la contaminación en zonas urbanas y periurbanas implica la necesidad de introducir soluciones “cero-cero”:

  • Sin emisiones de CO2.
  • Sin emisiones de contaminantes como NOx, SOx y partículas.

Esto llevará a:

  • Adoptar motores eléctricos, que a su vez pueden funcionar con baterías (Battery Electric Vehicles: BEV) y con pilas de combustible alimentadas con hidrógeno (Fuel Cell Electric Vehicles: FCEV).
  • Desterrar progresivamente el motor de combustión.

El sector logístico, y especialmente el transporte de mercancías con vehículos pesados y su manipulación en puertos y almacenes, debe de ser uno de los primeros que adopte el hidrógeno renovable, ya que los BEV presentan serias limitaciones, sobre todo para vehículos de gran volumen o tonelaje.

 Esto representa una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo una gran oportunidad para el sector logístico:

  • Descarbonizar las operaciones especialmente en puertos y en transporte por carretera.
  • Romper el bucle entre falta de producción de H2 y falta de demanda, mediante proyectos innovadores que cubren ambas dimensiones.
  • Crecimiento sostenible: e-commerce sostenible, acceso a centros y periferias urbanos, nuevas concesiones o infraestructuras.
  • Innovar con acceso a financiación público-privada, mejoras operativas y proyectando una imagen reforzada ante clientes y la sociedad.

La reducción de emisiones mediante la eficiencia energética en edificios y vehículos logísticos

Resulta evidente que la energía más ecológica y económica es la que no se consume, por lo que el ahorro y la eficiencia energética son un eficaz medio de descarbonización, con frecuencia el que se encuentra más a mano y que al tiempo supone una oportunidad de reducción de costes.

Para cubrir las crecientes necesidades energéticas del almacenamiento, transporte y distribución de mercancías con el menor uso de recursos posible se vienen desarrollando una serie de mejoras que suponen reducciones progresivas y, con el tiempo, significativas de la intensidad energética. Es decir, una inferior cantidad de energía necesaria por unidad de valor económico del país, región o, en nuestro caso, del sector logístico.

La eficiencia energética presenta muchas características de mejora continua y se consigue con un conjunto de herramientas —no por ello menos innovadoras— que van evolucionando, sin que exista una solución universal de eficiencia energética: ni “fórmulas mágicas”, ni “balas de plata”, ni “piedras filosofales”. Algunas de las actuaciones más válidas para el sector se pueden agrupar en:

Utilización de equipos eficiente

adecuados a la operativa de plataformas y almacenes logísticos: iluminación LED, arquitectura bioclimática, climatización eficiente, sistemas avanzados de frío industrial o comercial, acondicionadores de redes eléctricas, etc.

Incorporación de vehículos eco

Motores de alta eficiencia, mejoras aerodinámicas, de neumáticos, uso de materiales ligeros, vehículos híbridos, sistemas para gestión de flotas y mejora del grado de carga útil de los vehículos, etc.

Concienciación de usuarios y gestores

Se facilita con auditorías energéticas, plataformas de monitorización, telegestión y análisis de consumos, cursos (ejemplo de conducción eficiente) y otras medidas para favorecer el consumo responsable.

La incorporación de las energías renovables en las instalaciones logísticas

La generación de energía de origen no fósil presenta cada vez más posibilidades en instalaciones logísticas. Las energías renovables están muy ligadas al concepto de energía distribuida —frente a las grandes centrales de combustibles fósiles—. Por tanto, los puertos, edificios logísticos y sus alrededores pueden aprovechar fuentes de energía inagotables, autóctonas y que no arrojan compuestos de carbono ni otras emisiones a la atmósfera.

A largo plazo, si las instalaciones están bien concebidas para la ubicación y el uso, también resultan más económicas. Junto con los cambios regulatorios, permiten que los edificios logísticos se puedan acercar, lograr o incluso superar los estándares que la Unión Europea estableció para Edificios de Consumo Casi Nulo (NZEB), convirtiéndose en emblemas de sostenibilidad. Las principales instalaciones aplicables en el sector son:

  • Solares fotovoltaicas sobre cubiertas o sobre suelo, en terrenos próximos a almacenes o plataformas logísticas; tanto en modalidad autoconsumo puro o con excedentes que se inyectan a la red eléctrica.
  • Solares térmicas para proporcionar agua caliente sanitaria, calefacción o incluso para procesos operativos.
  • Aprovechamiento aerotérmico o geotérmico para la climatización de oficinas y grandes espacios.
  • Instalaciones eólicas o híbridas eólico-fotovoltaicas, si la ubicación lo permite, como es el caso de muchos puertos.

Tradicionalmente, el sector logístico ha sido considerado como difuso o hard to abate en temas de emisiones y atenuación del cambio climático. Sin embargo, los avances técnicos están propiciando la viabilidad de implantar soluciones eco y de cero emisiones.

Juan Carlos de Pablo Olaiz, líder del Grupo de Trabajo de Sostenibilidad: Descarbonización de Logistop