La descarbonización del planeta es uno de los objetivos de desarrollo sostenible que se han marcado países de todo el mundo de cara a 2050. El hidrógeno verde se presenta como una de las soluciones más efectivas para lograr este desafío en el sector industrial y especialmente en el logístico, un sector muy dependiente de la energía.
Un artículo de Juan Carlos de Pablo, líder del grupo de trabajo de Sostenibilidad: Descarbonización de Logistop y director de innovación de FM Logistic Ibérica.
El hidrógeno verde es, junto al motor eléctrico, una alternativa de cero emisiones a los combustibles fósiles contaminantes, y hay muchas razones que avalan esta afirmación.
El hidrógeno se genera a partir de fuentes renovables, como paneles solares fotovoltaicos, que aprovechan la radiación de España, la mayor de Europa . Y además de la energía renovable, la única materia prima en una hidrogenera verde es el agua (H2O), un recurso renovable de bajo coste y cuyo ciclo no se altera.
Existen además mejoras en sostenibilidad, operativa y seguridad en comparación con los vehículos que funcionan exclusivamente con baterías, con los que se complementan. Esto se consigue mediante la reducción de baterías y la eliminación de la carga eléctrica y de la consiguiente necesidad de infraestructura de recarga.
Destaca igualmente la eliminación de gases contaminantes para el medioambiente, como los producidos por el diésel o la gasolina, y su capacidad para descarbonizar el transporte, un sector que representa cerca del 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España.
La disminución del tiempo de repostaje y su autonomía son otros dos de los beneficios del hidrógeno verde en la logística. Las pilas de hidrógeno en carretillas elevadoras tienen una autonomía de 8-10 horas sin pérdida de potencia, y las furgonetas pueden superar autonomías de 400 km.
El hidrógeno verde es más ecológico que otras alternativas porque se conoce y se puede certificar la procedencia de la energía. La mayor seguridad para el personal añade una ventaja más a favor del hidrógeno verde frente a otras energías. El hidrógeno no es perjudicial para los trabajadores a diferencia de, por ejemplo, las baterías de plomo ácido, que se utilizan en la mayoría de almacenes. El hidrógeno verde sobresale también por su facilidad de almacenaje y por su utilización y en momentos distintos al de su producción.
A estos beneficios medioambientales y operativos, se suman los geopolíticos. La apuesta por esta fuente de energía permitirá a España independizarse energéticamente de otros países gracias al desarrollo de un sector que crea empleo y tecnología, a la vez que reduce la dependencia de combustibles fósiles en las que somos muy deficitarios. España podría transformarse en una potencia exportadora de hidrógeno verde. Para ello primero hay que desarrollarlo en nuestro propio territorio, a través de proyectos escalables y replicables, que permitan entrar en una curva de experiencia y de reducción de costes.
Un artículo de Juan Carlos de Pablo, líder del grupo de trabajo de Sostenibilidad: Descarbonización de Logistop y director de innovación de FM Logistic Ibérica.